Valentina Rodríguez y Carlos Susana, dos jóvenes artistas que provienen de la isla de Margarita y que emigraron hace algunos años a España, presentan un proyecto en el que el arte se convierte en un medio para replantear los modelos primarios de producción en el imaginario colectivo de un país. En ULTRA MARE EST RURA, título de la muestra que en latín reza “Más allá del mar está el campo”, traducen su desprendimiento del suelo caribeño y su reubicación al campo salmantino a través del uso de materiales asociados a las labores rurales como la paja, la lana de oveja, los crotales, el alambre de espinos, la rafia plástica, así como la figuración de la oveja como símbolo de desarrollo social y económico. La dupla de artistas traduce así su imaginario caribeño sustituyendo los retablos de botes, la arena, el salitre, el óxido ferroso, las veladuras solares o la recolección de tantos otros materiales que varan en la orilla del mar por los nuevos elementos asociados a la campiña. De esta manera, abordan el campo como otro tipo de mar y ven reflejada la campiña salmantina española y sus labores en la superficie del Caribe venezolano.

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