Daniela Ortiz
Reseña
Cualquiera que vea una pieza de Comme des Garcons, seguramente no entenderá lo que está mirando de buenas a primeras. Vestidos inspirados en langostas, colecciones unicolor y vestidos desformados son algunas de las siluetas que entran en la lista creativa de la diseñadora japonesa Rei Kawakubo, fundadora y directora creativa de la marca francesa desde 1969.
Las prendas superan el plano de la realidad para convertirse en piezas de arte expuestas en diferentes partes del mundo. En este caso, el Museum Angewandte Kunst (en español Museo de Artes Aplicadas) de Frankfurt del Meno expuso la colección personal de Michelle Elie, ícono y jetsetter de moda, famosa por su estilo vanguardista y fuerte personalidad.
Elie, residenciada en Colonia, Alemania; se ha convertido involuntariamente en una referencia del street-style, reconocida personalmente por la mismísima Kawakubo, quien le ha pedido que vista sus diseños.
La exhibición en Frankfurt, “Life doesn’t frighten me” (La vida no me aterra) muestra la experiencia de Elie vistiendo esas prendas, el proceso de adquisición y su admiración por la marca.
La colección contiene vestidos desde 1997 hasta 2018, confeccionadas para provocar una discusión con el público sobre el propósito de la vestimenta, obligarlo a ver lo estético desde ángulos completamente ajenos a lo cotidiano.
“Cada observador tiene su propia interacción con la prenda. Ellos tienen una reacción negativa o positiva; sin importar qué, siempre se abre la puerta a una conversación y eso es lo que me gusta”, expresó Elie en una entrevista para el museo.
La narrativa kitsch de Comme des Garcons puede definirse como vulgar, colorida o grotesca; sin embargo, la marca usa la ropa para desafiar el status quo, cuestionar el orden patriarcal y e convencionalismo.
Lo que a simple vista es juzgado como horrendo y repulsivo, es en realidad una invitación al público a trascender el placer masculino y reemplazarlo por un discurso alrededor de lo
intelectual.
“Al final Rei (Kawakubo) está haciendo ropa. Depende del observador o del comprador decidir, "¿esta pieza es para mí?, ¿quiero decir algo al obtenerlas o al usarlas?’, esta marca no es para cualquiera", concluyó Elie.
La honestidad en esa declaración evoca el surgimiento de una nueva síntesis: la decisión final del individuo sobre cómo representar su estilo personal. La rebeldía que envuelve la marca es, en esencia, su afán por la aceptación de tendencias y estilos fuera de lo normativo. Una fina demostración que integra nuevos espacios y puntos de vistas sobre la diversidad e integración.
Ficha técnica:
Life Doesn’t Frighten Me
Comme des Garçons
Museum Angewandte Kunst (Museo de Artes Aplicadas)
Frankfurt del Meno, Alemania
3 de abril hasta 1 de noviembre 2020
Daniela Ortiz (Vargas, 1994). Licenciada en Comunicación social, mención Periodismo, actualmente residenciada en Frankfurt, Alemania, donde trabaja como redactora, fotógrafa y productora independiente.
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