El obligado encierro motivado por la crisis sanitaria del COVID-19 ha permitido hacer a la artista Siul Rasse (La Guaira, 1988) un ejercicio de intromisión y recreación en escenas cotidianas como la recogida del agua o el lavado y tendido de ropa; tareas domésticas que adquirieron notoriedad en el contexto en el que nos encontramos. El título «Anxieties» (“ansiedades”) hace referencia a la preocupación y a diferentes miedos que despertó esta pandemia en el entorno más cotidiano. Pero con este trabajo, la artista ha sentido también una cierta regresión a su infancia, siendo sus primeros dibujos –aún de niña– aquellos en los que representaba a su madre realizando este tipo de acciones cotidianas. Las piezas actuales la ayudan a conformar un diario donde pasado y presente acaban confluyendo.
La obra que viene desarrollando Siul Rasse apela a la experiencia sensorial, la corporalidad y la reflexión de quién la contempla, a través del color puro y la línea.
El dibujo es la base fundamental de su trabajo y a partir del cual ha generado todo un universo onírico de formas y colores vibrantes. Del trazo espontáneo surgen formas orgánicas que van creando un entramado de líneas y colores que acaban desencadenando algo completamente nuevo. El propio proceso creativo –como un continuo fluir– es parte de la obra y adquiere, por ello, una significación especial que consigue gracias a una destreza técnica en el trazo. Las formas se expanden y se interconectan como organismos vivos, generando un movimiento continuo que nos arrastra con ellas y nos hace ser parte integrante. Sus obras nos ayudan a conectarnos con el espacio y a este con nuestras emociones; a sentirnos dentro de esos ritmos de líneas, de su enorme plasticidad.
La obra de Siul es un estímulo visual y no parece conformarse con la superficie del papel, habiéndose producido un salto –como era de esperar– hacia el mural, la escultura y la instalación. En su actual propuesta «Anxieties» ha proyectado una instalación que consiste en una serie de piezas tridimensionales para las que ha recurrido al género del tapiz y del bordado, dibujando, esta vez, con hilo de crochet. Las criaturas orgánicas y moleculares han sido sustituidas por personajes de su entorno y, en ocasiones, por su propio autorretrato. Son personajes que han formado parte de la cotidianidad de la artista durante los meses de encierro, provocado por la crisis mundial del COVID-19.
En este proyecto Siul recupera el trabajo textil, caracterizado por la minuciosidad, la necesaria destreza en las manos, la lentitud y el acto meditativo –como en el dibujo– asociado además tradicionalmente al universo femenino y al espacio doméstico. El textil en el trabajo de Siul Rasse es algo relativamente reciente, situándose sus primeras creaciones en 2018. Esto se debe a su constante búsqueda e investigación de medios y soportes que le permiten desarrollar su ideario estético. En este sentido, el textil adquiere una significación especial por su pluralidad y texturas, además de asociarse de forma intrínseca al contexto más cotidiano, el doméstico, en el que el proyecto ha sido gestado. En la práctica artística contemporánea y ya desde los años 60, la reivindicación del textil dentro del arte se ha basado también en un posicionamiento político sobre el género y la reivindicación de una tradición viva.