ZAHIRA GONZÁLEZ
Yacimientos
2020
Óleo sobre bloques de concreto
Dimensiones variables
PROYECTO SELECCIONADO POR
Ana Berruguete
De los fragmentos de la Gran Colombia surgieron a finales del siglo XIX los noveles estados-nación en Latinoamérica. En Venezuela surgen en el mismo periodo nuestros símbolos patrios y con ellos un esfuerzo por generar un discurso cultural grandilocuente que reivindicara nuestra épica. En tal sentido se encargó a los maestros que para entonces dominaban la plástica en Venezuela que representaran en distintos espacios los hechos políticos, sociales y militares que dieron origen a una esperanza de nación.
«Yacimientos» nos invita a hacer una arqueología futura encontrando entre los escombros fragmentos de la mirada de nuestros antepasados, acaso inquisitivas, sobre lo que ha sucedido con su legado. Ante la gran crisis en que vivimos pensamos en una Venezuela fracturada tal vez incluso repetitiva. Esta propuesta establece en su discurso el desmoronamiento como idea fundamental, propone el vestigio como testigo de lo que fue, pudo ser y no ha sido.
Esta propuesta traspasa el límite clásico del lienzo como soporte, tomando el escombro a manera de signo lingüístico, relacionando significante con significado para dar cuenta no solo de un goce estético si no también, como en la obra «Monumento» de Miguel Von Dangel, apartarse de los sentidos netamente patrióticos y ofrecernos una perspectiva plástica sobre la tragedia nacional.
«Yacimientos» es una instalación propuesta por Zahira González (Caracas, 1987) formada por la asociación de pinturas al óleo realizadas sobre escombros que representan diferentes fragmentos de obras emblemáticas del arte nacional venezolano del siglo XIX. Zahira se vale de la pintura de historia -aquella que enaltece el pasado glorioso y los símbolos patrios- para desmoronarlo y descomponerlo en vestigios, en ruinas. La artista toma el concepto de la arqueología (ciencia que estudia, describe e interpreta las civilizaciones antiguas a través de los monumentos o vestigios conservados) y simula un registro histórico. En ellos, se representan fragmentos de escenas épicas, pero también encontramos la mirada -en ocasiones inquisitiva- de antepasados. Como señala la autora, el escombro funciona como signo lingüístico, como en la obra «Monumento» de Von Dangel, para apartarse de los sentidos netamente patrióticos y ofrecernos una perspectiva plástica sobre la tragedia nacional. Con ello, Zahira busca promover una reflexión en torno al momento actual convulso por el que atraviesa Venezuela, un país fracturado, desmoronado, y propone el vestigio como testigo y metáfora de lo que fue, pudo ser y no ha sido.
El proyecto se inscribe dentro de la evolución artística de la autora, que utiliza la pintura como principal medio de expresión. A lo largo de su trayectoria ha desarrollado un estilo basado en el expresionismo del color, la pincelada gestual y la mancha, caracterizándose, además, en los últimos años, por explorar diferentes soportes más allá del lienzo. En su obra, Zahira ha desarrollado propuestas abordadas desde el lienzo, pero también desde el objeto –monedas, envases de plástico para aceites, carcasas de celulares y, ahora, escombros–, enfatizando el potencial que tiene el soporte como complemento para el discurso pictórico. El escombro como objeto es el producto de una demolición, de una catástrofe y, como símbolo, representa el derrumbe de Venezuela.
Su trayectoria artística ha girado en torno a la figura humana, representada a través de rastros pictóricos que sugieren contextos urbanos, situaciones sociales o estados psicológicos propios del momento histórico. Es una visión en absoluto complaciente del hombre en sociedad y de cómo factores externos de índole económica, tecnológica, social, etc., acaban definiendo su comportamiento. Influenciada por las teorías de sociólogos como Lipovetsky, Foucault y Erich Fromm, entre otros, su trabajo indaga sobre las formas de relaciones sociales que se dan en el mundo. Una rotunda oposición a toda forma de opresión, sea de género, económica, racial, cultural, etc., la lleva a cuestionar constantemente a través de su obra los ismos sobre los que se sustentan los discursos ideológicos. Sus propuestas giran siempre en torno a esta premisa y al cuestionamiento de quiénes somos y cómo nos relacionamos con el otro y con nuestro entorno.
Ana Berruguete